Símbolo tradicional e icono de la navidad leonesa. Con una sencilla estructura de madera, adorna hogares, comercios y calles en la provincia de León. ¿Quieres conocerlo?
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El Ramo Leonés
El Ramu Llionés de Ñavidá es único en el mundo, tiene unos orígenes poco claros aunque se cree que es un símbolo pagano de la época precristiana que más tarde fue asimilado por la cultura católica. Sin duda muy anterior al Belén o al árbol de navidad que conocemos hoy en día.
Es una tradición que estuvo a punto de desaparecer pero se ha recuperado para ciudades, pueblos, hogares e iglesias de la comarca leonesa.
Cómo es un ramo leonés
El ramo consiste en un armazón (la parte superior) de madera de forma triangular, semicircular (más tradicional en la zona de Omaña) o cuadrada en el que se sitúan 12 velas que simbolizan los meses del año. Existen en algunas zonas específicas ramos con otras formas.
Este armazón se apoya en una vara de madera colocada verticalmente sobre una peana que le sirve de soporte. Y en el centro del mismo se coloca una rama de hoja perenne, como encina (sardón), acebo, laurel, hiedra o tejo, para recordar el origen vegeral del mismo.
Incluso algunos son recubiertos totalmente con ramas y otros elementos vegetales.
Al pie del ramo se suele situar una cesta con ofrendas, normalmente castañas y nueces.
Hay verdaderos maestros en el arte de tallar y decorar el armazón. En la madera suele haber grabados de símbolos celtas, sobre todo solares (o margaritinas), aludiendo así a su origen pagano de ritual de solsticio de invierno. También otras tallas o pinturas de aves o frutas.
Puede tener tamaños muy variopintos, desde unos pocos centímetros hasta otros de varios metros, como el que adorna en los últimos años la plaza de las Cortes Leonesas de León cuya altura supera los 8 metros.

Tipos de ramos
Hay una gran variedad de tipos y formas de ramos. Aún se está investigando y siguen apareciendo nuevos diseños. Sin embargo, los más corrientes son:
- Ramos vegetales: (Muy comunes en el Bierzo). Son los más cercanos a los paganos. Suelen ser de laurel. También existe una variedad que sería un ramo de flores sujeto a un mástil adornado con cintas.
- Ramos triangulares: Los hay simples, de un solo triángulo ( el más común) o compuestos; de dos e incluso tres triángulos superpuestos. La ubicación de los triángulos también puede variar.
- Ramos de cola de pavo real o semicirculares: Podría considerarse una evolución del ramo triangular. Forma un arco de circunferencia.
- Ramo de rastru: Recibe su nombre del típico apero de labranza utilizado para recoger la hierba. Es una estructura rectangular.
- Ramo cilíndrico: En general están formados por dos aros de madera horizontales, uno sobre otro, unidos al mástil a modo de rueda. Son particularmente abundantes en la comarca de Omaña y tienen diferentes disposiciones y variedades.
- Ramo cúbico: Es el Ramo tradicional de Prioro. Es de forma cúbica, ya que está formado por dos “Cuadrados”, unidos al mástil y entre si.
- Otras formas: piramidales o cónicas.
Vestir el ramo
Se puede decorar con lo que se quiera. Son miles las formas que hay de decorar el ramo leonés, o como se dice en León «vestir el ramo». Pero siempre de forma equilibrada y sin recargarlo.
Del armazón superior del Ramo se cuelgan a modo simbólico ofrendas muy variadas. Los elementos más utilizados son los siguientes:
- 12 velas: que simbolizan la luz, el inicio de los días más grandes y también los meses del año.
- Adornos vegetales: ramitas de encina. romero, muérdago, laurel…
- Cintas, hilos y telas: de diferentes tamaños, tejidos, colores, lisas, trenzadas, lazos… También usadas para colgar otros adornos.
- Frutas y frutos de invierno: manzanas rojas, naranjas, frutos secos como castañas, bellotas…
- Dulces: Rosquillas, roscas, caramelos…
- Paños con puntillas, bordados o encajes. Normalmente blancos.
- Papeles: En algunas comarcas de León, se utilizan adornos hechos con papel de seda.
El Ramo Leonés, no lleva ningún elemento de plástico, ni espumillón, ni ningún otro elemento ajeno a la cultura tradicional leonesa.

Historia del Ramo de Navidad
Para encontrar el origen del Ramo Leonés de Navidad tendríamos que remontarnos a la época precristiana. A los astures y los cántabros que habitaban estas tierras.
Por aquellos siglos el culto a la naturaleza y a los bosques era muy importante. Los árboles eran, en la mayoría de las culturas, uno de los elementos «religiosos» esenciales para cualquier pueblo europeo ya que simbolizaban la fertilidad de la tierra.
Se rendía culto especialmente al roble (el árbol más venerado en Europa por aquella época) aunque también a otras especies perennifolias.
Se adornaban sus ramas con cintas, frutas, telas, piedras pintadas y otros adornos de lo más variado. Su intención era regenerarlo y revitalizarlo y, de esa manera, celebraban el preludio de la primavera y ritos para la fertilidad y fecundidad.
Se le pedía al dios o dioses que llegase un año fecundo y que la luz, creciente en los siguientes días consiguiera, vencer a las tinieblas.
Con la llegada del Imperio Romano, llegó también la Fiesta del Sol Invictus que se celebraba el 25 de diciembre. Con ella se ponía fin al período festivo de las Saturnales y el comienzo de la luz.
Más tarde, con el cristianismo, tanto los ritos prerromanos paganos (tan arraigados en la zona) como los romanos, son asimilados por Iglesia.
En España se fusionaron a través de las pastoradas, unos pequeños actos de Navidad que se celebraban en los atrios de las iglesias y que en la provincia de León tenían mucha tradición. Así, el ramo (ya convertido en Ramu de Nadal) era ofrecido por un mozo del pueblo al Niño Dios recién nacido en Navidad. Y la ofrenda seguía manteniendo un significado parecido a su originario: la prosperidad.
Con el tiempo, las ramas que se utilizaban se esquematizan y se convierten en la estructura de madera que se conoce hoy en día. Con la forma de los tenebrarios que había en las iglesias. Más tarde dejó de ser un elemento religioso para cobrar más protagonismo en hogares y calles con un significado similar al del árbol de Navidad.
Con la despoblación del campo leonés durante el siglo XX, la tradición del ramo estuvo a punto de desaparecer debido a la llegada de otras importadas y por ser identificado como algo rural y poco importante.
Actualmente vive un nuevo renacer al ponerse de moda en la sociedad leonesa.
Cantar el ramo
En algunos pueblos se siguen haciendo las ofrendas a la Virgen o al Niño por tradición. Se suele acompañar con coros mixtos cantando estrofas populares típicas sobre la adoración de los pastores o la venida del Niño. Este acto se llama «Cantar el ramo» o «Ramo».
¿Qué tienen en común el árbol de Navidad y el Ramo Leónés?
Ya dijimos que el Ramo Leonés de Navidad proviene de los cultos paganos en el solsticio de invierno y que fue cristianizado e incluido en la tradición católica.
Sin embargo, ese mismo culto, en otros países europeos, como por ejemplo en los antiguos pueblos germanos, evolucionó de otra manera.
San Bonifacio, en su proceso de evangelización durante el siglo VIII, sustituyó el legendario roble por el abeto y lo incluyó en la tradición cristiana como «arbol del niño Jesús». Árbol que hoy conocemos como «Abeto de Navidad».
Pasados los años, en el siglo XIX, la costumbre del árbol de Navidad se mantuvo especialmente en los países nórdicos y en Alemania y se extendió por otros países europeos hasta llegar a España. En León ahora conviven los dos símbolos.
El Ramo, en León y más allá.
El Ramo Leonés, como su propio nombre indica, es, principalmente un símbolo navideño leonés por lo que tiene mayor presencia en esta provincia. También en las del antiguo Reino de León: Zamora y Salamanca. Y otras limítrofes: Palencia, Asturias, Cantabria o Ávila.
La asociación Raigañu tiene catalogados en la provincia leonesa más de 200 ramos.
Sin embargo hay constancia de la existencia de ramos en otras regiones bien lejanas. Bien por la influencia del Reino o por emigrantes leonees: se han encontrado en lugares como Filipinas o Sudamérica
Ramo no sólo de Navidad
Aunque el más conocido y utilizado es el de Navidad, durante muchos siglos se ha utilizado para honrar otras festividades o eventos: en honor a la Virgen María, a los santos, en la Semana Santa…
También popular el ramo de quintos que ponían los mozos en la ventana de las mozas que cortejaban.
No hace mucho tiempo, en las obras de las casas se podían algunos ramos cuando los albañiles cubrían el tejado.
Y, como no, la tradición de los Mayos, cuando llega el mes de las flores.
Ahora es símbolo de costumbres y tradiciones leonesas dejando a un lado todo su carácter ritual.
En el siguiente vídeo os mostramos nuestro ramo y explicamos la historia de esta tradición tan leonesa.
Algunos ramos curiosos
- El más grande: Un ramo XXL que supera los 8 metros de altura y que permanece durante todas las fiestas navideñas en la céntrica plaza Cortes Leonesas de la capital.
- El ramo procesional más grande: El de Laguna de Negrillos, que es, de los ramos procesionados, el más grande la provincia de León con 3 metros de altura y que también destaca por su estructura con sus tres triángulos superpuestos.
- El más antiguo. Hasta hace poco se creía que el más antiguo que se conservaba era el que perteneció a Catalina Alonso,de Posada y Torre de la Valduerna. Está expuesto en el Museo de las Alhajas de la Bañeza. Está adornado con cintas antiguas, que pertenecen a la época de cuando fue construido. Data del 1882. Sin embargo, hay constancia de que existe otro más antiguo (de más de 200 años) y que se expone en la tienda de Artesanos Leoneses, de la capital.
Más info en:
- Ramos leoneses de Raigañu
- Ramo leonés, de Cosinas de León
Personajes de Navidad
Además del Ramo Leonés existen otras tradiciones navideñas. Entre ellas la Vieja del Monte. Un personaje particular de estas tierras y que podría ser el equivalente al Olentzero vasco o al Apalpador gallego. En el siguiente vídeo te contamos sus historias.