En La biblioteca en llamas acompañamos a Susan Orlean en su investigación sobre el incendio de la Biblioteca Central de Los Ángeles en 1986. Una no ficción novelada para disfrutar de la Historia.
Índice
La biblioteca en llamas.
La biblioteca en llamas es un homenaje a la lectura y el relato de una periodista obsesionada por encontrar al culpable de un crimen contra la memoria. Una investigación que se extendió más de una década y que a cambio nos revela personajes desopilantes, inverosímiles y tiernos.
El 29 de abril de 1986 tuvo lugar el mayor incendio de un edificio público en Estados Unidos. La Biblioteca Pública de Los Ángeles ardía durante más de 7 horas calcinando por completo 400.000 obras y dejando muy dañadas unas 700.000.
La mala suerte hizo que coincidiera con otra gran catástrofe, el accidente nuclear de Chernobyl
Los periódicos se centraron en lo ocurrido en la central nuclear de Ucrania. Obviamente por su peligro para la salud. Y apenas dieron información sobre la biblioteca. Siendo una tragedia tan importante para la historia y cultura de la humanidad. De hecho, incluso en EEUU, los periódicos no se hicieron eco de la noticia hasta unos días después y ni siquiera en primera plana.
Las causas del incendio fueron y siguen siendo un gran misterio a pesar de haber incluso un hipotético sospechoso y otras razones estructurales del edificio que bien podrían contener la clave de las llamas.
Cuando Susan Orlean llega a la ciudad de Los Ángeles y conoce la historia se plantea dos preguntas: ¿Quién querría quemar una biblioteca? y ¿Por qué?
Para ella, una gran amante de los libros y las bibliotecas, la investigación sobre el suceso tuvo un incentivo extra. El fuego fue solo la punta del iceberg de una historia que tardó en tejer durante casi una década.
El resultado, una mezcla novela, documental y reportaje periodístico. Lo que suelen llamar no ficción novelada.
Un incendio y una investigación
Historia de un millón de libros quemados y del hombre que encendió la cerilla
La biblioteca en llamas no es sólo la historia de un incendio -el mayor en Estados Unidos de este tipo- sino un recorrido que parte de ese fuego, de esa tragedia cultural, para mostrarnos todo el universo que rodea a estos lugares de culto a los libros.
Escrito en primera persona, la autora nos va narrando su investigación, sus entrevistas con trabajadores, bomberos, policías, testigos e incluso la familia del supuesto pirómano. Los resultados de sus indagaciones unidos a sus reflexiones personales sobre su amor por las bibliotecas y los libros son de exquisita calidad.
Nos muestra la realidad a través de múltiples personajes y deja en el aire la resolución a sus preguntas: quién quemó la biblioteca y por qué.
Muchas historias (y mucha historia) en un libro
Lo que comienza como la búsqueda de un culpable y una razón, desemboca en una investigación más profunda. Más allá del 29 de abril de 1986, más allá de la propia Biblioteca Pública de Los Ángeles, más allá de las bibliotecas, mucho más allá.
Podemos encontrar tantos temas dentro de la obra de Susan Orlean que podrían abrumarnos. Sin embargo, su elegante narración nos atrae hacia ellos.
Sus palabras nos transportan a los inicios de la Biblioteca de Los Ángeles pasando por todos sus directores, a la revolución feminista que llevó a las mujeres a trabajar en las bibliotecas en 1880 y cómo una, Mary Jones, llegó a dirigirla ya en 1900.
También nos muestra cómo fue evolucionando el ecosistema de estos lugares: de ser un repositorio de libros a centro social que se reinventa cada día. Y nos acompaña a conocer todos los entramados y trabajadores que forman parte de toda una red de bibliotecas, que muchas veces pasan desapercibidos.
Y los libros, las grandes víctimas del incendio. Cómo ellos también han sido protagonistas de muchos otros incendios (casi siempre intencionados) desde la antigüedad hasta nuestros días. Porque realmente para quien los ama son vida y libertad y para quien los odia, quién no los entiende (o no los quiere entender), son peligrosas armas que se deben destruir.
Esos libricidios, curiosamente, también han sido tema recurrente en muchas obras literarias con el caso más conocido de Fahrenheit 451. Intrigada por esta cuestión, Susan lleva su investigación más allá y hace la prueba de quemar un libro (justamente ese mismo libro):
Fue tan rápido que me dio la impresión de que el libro había explotado; el libro estaba ahí y, en un abrir y cerrar de ojos, había desaparecido.
Un protagonista que quizá no lo es tanto
Si en cualquier novela lo que esperamos al final es descubrir al autor de los hechos, en esta obra ese objetivo queda en cierto modo diluido.
Susan nos dibuja al principal sospechoso gracias a los testimonios de familiares y de retazos de noticias de la época. Se trata de Harry Peak, un eterno aspirante a actor que llegó a Los Ángeles con la esperanza de hacerse rico y famoso. Era un bala perdida, demasiado fantasioso y le encantaba inventar historias. Quizá, entre sus diferentes versiones de lo ocurrido en la Biblioteca, estuviese la verdadera. ¿Culpable o inocente? Cada uno que saque sus conclusiones.
Cuando la investigación sobre el incendio de la biblioteca se centró en su persona, Harry empezó a reescribir su historia una y otra vez, y cada nueva versión era un poco más retorcida que la anterior… El problema con Harry era que no escogía una mentira y la desarrollaba. Presentaba tantas versiones de la historia que creer una implicaba no creer las demás; generaba una continua espiral de falsedades, y cada una contradecía a la precedente.
Sin embargo, otros factores ajenos pudieron ser los causantes del fuego. De todos era sabido que el edificio donde se alojaba la biblioteca, inaugurado en 1926, carecía de los servicios mínimos necesarios para casos de incendio u otras emergencias. Una pequeña chispa en el cableado eléctrico también podría haber sido la culpable de tal destrucción.
Disfrutar del detalle con calma
A lo largo de las casi 400 páginas encontramos muchas historias de personas, de edificios, de libros, de momentos… Es complicado abarcarlas todas en una pequeña reseña pero es muy enriquecedor sumergirse en cada una de esas pequeñas tramas y reflexiones. Siempre con calma y paladeando la esencia de la realidad.
Un detalle que debemos destacar es que al comienzo de cada uno de los 32 capítulos aparece la referencia a cuatro obras con su clasificación decimal Dewey y que guardan relación con lo que se va a tratar en ese capítulo. En total son 128 libros.
Opinión. La biblioteca en llamas
Un libro recomendable para quienes les gustan los libros y las bibliotecas. Los que disfrutan con la esencia de la lectura y la importancia de lugares de encuentro y de cultura.
No es una obra con grandes emociones. Desde un principio sabemos lo que ha ocurrido y que se desconocen los culpables. Podremos al final de la misma hacernos una idea propia o contentarnos con lo expuesto.
La biblioteca en llamas, invita a una lectura reposada, a conocer la historia de un incendio, de libros, de una biblioteca, de una ciudad, del conocimiento y la cultura de un país y de la humanidad.
Todo eso lleva a veces a demasiados datos, detalles y nombres pero el conjunto es una gran novela llena de realidad e historia. Y sobre todo mucha investigación y personajes que merecen ser reconocidos.
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Susan Orlean
Susan Orlean es periodista de la revista The New Yorker y escritora de Estados Unidos (Cleveland, 1955).
Ha escrito otros libros como Rin Tin Tin, Saturday Night en América y El ladrón de Orquídeas que fue adaptada al cine.
La biblioteca en llamas. Datos bibliográficos
- Título original: The Library Book
- Autor: Susan Orlean
- Idioma original: Inglés
- Traductor: Juan Trejo
- Publicación: marzo 2019
- Editorial: Editorial Planeta, sello Temas de Hoy
- ISBN-13 : 978-84-9998-722-4
- Encuadernación: Tapa blanda
- Nº de páginas: 398
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