Caminando por Baeza encontramos las huellas de uno de los poetas españoles más importantes: Antonio Machado. Acompáñanos a descubrir su legado en la ciudad.
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Machado en Baeza
“Caminante no hay camino, se hace camino al andar”
Antonio Machado
Y caminando por Baeza, ciudad Patrimonio de la Humanidad, seguimos las huellas de Antonio Machado. Uno de los mayores poetas de habla hispana de todos los tiempos.
Machado llegó a la ciudad en octubre de 1912. En un intento por huir del dolor y la desolación que le causó la muerte prematura de su amada Leonor.
Dejo su querida Soria y pasó siete años en Baeza. Una de sus etapas literarias más prolíficas donde dio vida a algunas de sus mejores obras: Campos de Castilla, Páginas escogidas, Poesías Completas o Soledades, galerías y otros poemas.
En Baeza hay muchos lugares que guardan relación con el poeta pero recomendamos 4 que nos parecen las más interesantes:
- el aula-museo
- la casa donde vivió
- la escultura sedente
- Paseo de las Murallas
En este vídeo puedes recorrer con nosotras la ruta que hicimos. Más abajo seguimos con el artículo.
VIDEO
Booking.comEl aula-museo de Antonio Machado
Comenzamos la ruta por el aula-museo donde Machado impartió sus clases de Gramática Francesa en el entonces Instituto General y Técnico, antigua Universidad de Baeza. Y que actualmene es el Instituto «Santísima Trinidad».
A su entrada podemos leer los famosos versos de Machado en diferentes idiomas.
El edificio renacentista del siglo XVI está muy bien conservado y a su lado tenemos el Palacio de Jabalquinto (hoy, sede Antonio Machado de la Universidad Internacional de Andalucía).
Tanto el aula como el también histórico Paraninfo se encuentran en la parte baja, en el patio del edificio. Se pueden visitar en horario de mañana de forma gratuita.
El aula-museo se mantiene intacta. En ella podemos admirar el mobiliario de la época: los pupitres, la pizarra, el sillón del profesor con el brasero, el perchero, los mapas… Así como también otras pertenencias de Machado como su paraguas o documentación de su vida como profesor. Sin duda un viaje en el tiempo que no te dejará indiferente.
Según cuentan, era un buen profesor. Sus clases, lejos de ser aburridas, eran dinámicas y novedosas para la época. En 1916 visitó su aula otro gran poeta Federico Garcia Lorca.
En el mismo edificio se puede admirar un relieve de J. Cuesta de 1996 cuya inscripción reza: «Poema de un día / Antonio Machado en Baeza 1912 – 1919».
La casa de Antonio Machado en Baeza
Nos trasladamos después al lugar donde Machado vivió la mayor parte de su estancia en la ciudad. Una sencilla casa en la calle Gaspar Becerra número 10. Ubicada al lado de lo que hoy es el ayuntamiento y en su época fue la Casa de Corregidores y Cárcel.
Actualmente en la fachada de la casa podemos leer una placa que destaca que “Aquí vivió el poeta D. Antonio Machado”.
La estatua sedente de Machado
El recorrido nos lleva después a la Estatua sedente de Machado. Se encuentra en el corazón de la ciudad, en la calle San Pablo, junto al Nuevo Casino. Data de 2009 y es del escultor Antonio Pérez Almahan.
La ubicación no es baladí puesto que en los primeros días de estancia de Machado en la ciudad se alojó en una pensión, ya desaparecida, que se encontraba en esta misma calle.
El Paseo de las Murallas o de Machado
Por último dejamos el bullicio de la ciudad para acercarnos al Paseo de las Murallas o también llamado de Antonio Machado. Un recorrido con impresionantes vistas que nos lleva al cerro del Alcázar sobre los restos de la antigua muralla.
Desde los miradores del paseo no nos cansamos de admirar el valle del Guadalquivir, ese mar inmenso de olivos, las sierras de Cazorla, de Mágina y los montes Aznaitín y Jabalcuz.
Un lugar tan bello como inspirador donde Machado desgranó algunos de sus más hermosos versos. Y donde, si te dejas llevar por los sentidos, encontrarás también paz, creatividad y quizá algún verso o canción.
En el punto más alto del cerro encontramos una placa y un monumento a Antonio Machado. Se trata de un busto hecho en bronce por Pablo Serrano. Enmarcado en una especie de fanal de hormigón, obra del arquitecto Fernando Ramón Moliner. El conjunto se realizó para el homenaje al poeta en 1966, aunque no llegó a Baeza hasta abril de 1983, debido a problemas con el régimen franquista.
En el paseo también podemos disfrutar de la poesía de Machado gracias a unos monolitos que tienen varios poemas esculpidos tanto en texto como en braille. Destacamos entre ellos los titulados: «Apuntes«, «Elogios a Don Francisco Giner de los Ríos» o «Noviembre de 1913«.
Y, con tristeza pero con unas hermosas vistas nos despedimos de Baeza, recitando los versos del gran poeta:
“¡Campo de Baeza,
Antonio Machado
soñaré contigo
cuando no te vea!»